*Información para conductores.

La posición del conductor en los viajes, sentado tantas horas y con los brazos tanto tiempo estirados puede ocasionarle molestias en espalda, cuello…etc. Por eso, unos sencillos estiramientos pueden ayudar a evitar la fatiga y el entumecimiento. Lo mejor es aprovechar las paradas cada dos horas o 200 kms como mínimo para hacer estos ejercicios, que son muy sencillos y no ocuparán mucho tiempo.

Para empezar, estiramos la espalda. Prevenir, es importante y para ello lo mejor es sentarte correctamente desde el principio para que ni los lumbares ni los dorsales se resientan, pero luego llevarlo a la práctica no es tan sencillo. Así que para estirar la espalda al completo, primero nos ponemos de pie y nos llevamos las manos a los riñones. Echando los codos hacia atrás y estirando el cuerpo hacia arriba varias veces notarás como se relaja. Después, siéntate colocando las piernas en ángulo recto respecto al suelo. Coge tus rodillas y llévalas hacia tu pecho, mientras llevas también la barbilla a tu pecho. Aguanta un poco la posición, y repite varias veces (ambos estiramientos) para desentumecer los músculos.

Otra de las partes del cuerpo que más se resienten en los viajes son las piernas. Para estirarlas, lo mejor que puedes hacer es, estando de pie y con los pies rectos y colocados a la altura de los hombros, tratar de tocar el suelo con la punta de los dedos de las manos. También puedes hacer “sentadillas”. Con estos dos ejercicios se desentumecen las rodillas y los gemelos. Además, es recomendable que camines un poco, primero de forma normal y luego poniéndote de puntillas.

Para estirar el cuello, que tanta tensión acumula, lo mejor que puedes hacer son giros repetitivos hacia derecha e izquierda, hacia arriba y hacia abajo y después, haciendo círculos con la cabeza manteniendo la mirada al frente. Para estirar los hombros, lo mejor es subirlos y bajarlos repetidamente mientras estás de pie y con la espalda recta.

Y finalmente, para los brazos hay tres tipos de estiramientos. El primero, con los codos pegados a la cintura y haciendo movimientos giratorios con las muñecas (hacia dentro primero y después hacia fuera). Después, en la misma posición estiramos los brazos hacia delante y de arriba abajo, como si estuviéramos “haciendo pesas”. Finalmente, con los brazos estirados y pegados al cuerpo, abre y cierra los dedos de las manos rápidamente para que la sangre fluya.

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