Información para conductores

Las siglas ESP corresponden a Programa Electrónico de Estabilidad (Electronic Stability Programme).

El objetivo principal de este sistema es reducir la probabilidad de pérdida de control del vehículo en maniobras como la esquiva de un obstáculo o un exceso de velocidad al entrar a una curva, actuando simultáneamente sobre motor y sistema de frenado. Para mejorar su actuación, el ESP incorpora las funciones del sistema antibloqueo de frenos (ABS) y del control de tracción (ASR).

No obstante, la eficacia del control de estabilidad está condicionada por la severidad de la maniobra, la velocidad del vehículo y la adherencia máxima disponible entre neumático y calzada. El sistema resulta potencialmente eficaz en el caso de conductores que deben afrontar situaciones imprevistas no excesivamente severas, resultando poco útil en situaciones de conducción excesivamente arriesgadas donde el exceso de velocidad puede impedir la correcta actuación del ESP.

El fundamento técnico de funcionamiento del ESP se basa en la predicción de la maniobra que el conductor desea realizar, utilizando el sistema de frenado como herramienta prioritaria para controlar la trayectoria del vehículo. Para ello, un conjunto de sensores embarcados en el automóvil miden el ángulo de giro del volante, la velocidad de rotación de cada rueda, el giro del vehículo en torno a su eje vertical, las aceleraciones longitudinal y lateral, o la presión en el circuito de frenos.

A partir de estas medidas, el sistema compara unas 25 veces por segundo si la trayectoria deseada por el conductor (mediante el ángulo del volante y los sensores de velocidad de cada una de las ruedas) coincide con la trayectoria real del vehículo (mediante el giro del vehículo en torno a su eje vertical y la aceleración lateral). Si existe una desviación significativa entre ambos valores, el sistema estima que existe un riesgo elevado de pérdida de estabilidad en el vehículo, e interviene el ESP.

Para evitar la pérdida de control del vehículo, el sistema reduce primero el par del motor con el fin de estabilizar el auto, actuando sobre la unidad de control del motor. Si eso no es suficiente, actúa sobre el sistema de frenado, regulando de forma individual y selectiva la fuerza aplicada por los frenos a las ruedas. El sistema de control de estabilidad se puede desconectar manualmente pulsando un botón (se enciende un testigo luminoso en el tablero de mandos), aunque el sistema antibloqueo de frenos permanecerá activo en cualquier caso. No obstante, el control de estabilidad debe –salvo casos excepcionales, como circular sobre nieve– estar siempre conectado. No obstante, es importante leer el manual del coche.

Fte:DGT