*Información para conductores.

La visión es el sentido más importante en la conducción. A través de la vista vemos cómo es la carretera, nos situamos sobre ella y calculamos la velocidad a la que se acercan o alejan las curvas, los coches y los obstáculos que nos encontramos. Por ello, tener el mayor ángulo de visión posible mejora nuestra seguridad.

Los espejos retrovisores no pueden ofrecernos la visión completa de lo que hay detrás nuestro. Aparecen los ángulos sin visión, llamados ángulos muertos. Incluso girando la cabeza hacia atrás no tenemos la visión completa porque la estructura del coche nos lo impide. Además, girar la cabeza hacia atrás mucho mientras conducimos es muy peligroso.

Una buena colocación de los espejos y una buena postura al volante nos permitirá reducir al mínimo estos ángulos muertos. Para reducirlos sigue estos consejos:

– Siéntate al volante en una postura ligeramente erguida y evita ir con el respaldo demasiado tumbado. Con el respaldo un poco incorporado ganarás visibilidad en todas las direcciones y tu torso y cuello tendrán mejor movilidad para girar la cabeza y mirar rápidamente a un lado u otro.

– Coloca los espejos retrovisores exteriores muy abiertos hacia fuera. Para conducir, en los espejos exteriores no es necesario ver el lateral del coche, no están para ver lo que hay justo detrás del propio coche, sino para ver lo que hay en los laterales. Cuanto más abiertos estén, más ángulo de visión de lo que ocurre en los laterales tendrás y menosángulos muertos. El truco es abrirlos hasta el punto exacto en el que, sentado correctamente, casi dejas de ver el lateral del coche. Para aparcar y ajustar en las maniobras hacia atrás, momentos en los que sí ayuda ver el lateral del coche, bastará con mover ligeramente la cabeza hacia delante para verlo.

– El espejo interior es el encargado de mostrarnos lo que ocurre detrás del vehículo, úsalo y controla de forma constante lo que ocurre detrás, sobre todo si tienes pensado cambiar de carril o de dirección.

– Vigila todos los espejos de vez en cuando. Aunque ruedes por una carretera tranquila con poco tráfico, comprueba lo que se ve por los espejos de forma periódica, o no verás a un vehículo que se acerque al tuyo y, si se coloca en una zona de ángulo muerto, podrá darte una sorpresa si intentas cambiar de carril o cambiar de dirección.

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