*Información para conductores.

Para conducir por el campo o en pistas de forma segura, hay que tener en cuenta tres cosas básicas: el tipo de vehículo y sus prestaciones, el buen estado del coche y las habilidades del conductor. 

Ser realista y prudente te evitará más de un problema y/o susto.  

Nuestro primer consejo es que tengas siempre en cuenta la legislación de la comunidad en la que te encuentres. Por ejemplo, tendrás que estar pendiente de la velocidad máxima a la que puedes rodar por el campo, pero lo normal es que sea de 30 a 40 km/h para poder conducir sin peligro.

Hay ciertas situaciones especialmente peligrosas con las que debes tener buenos reflejos y que requieren de pericia, como el barro y los ríos. Respecto al barro, cuando nos acerquemos a un terreno en mal estado, debemos aumentar un poco la velocidad, pero rodando siempre en marchas cortas (2ª o 3ª). No des acelerones bruscos si no quieres patinar, procura mantener una velocidad constante para manejar mejor la dirección. Si vas demasiado despacio, corres el riesgo de perder el impulso que hace que el vehículo supere las dificultades, llegando en el peor de los casos a hacer que las ruedas giren libremente sobre el barro hundiéndose cada vez más hasta que quedes atrapado.

En cuanto a los ríos, mucho cuidado. Lo primero es determinar cuánto cubre al agua y si lleva fuerza suficiente como para desestabilizar el vehículo. Para entrar en un vadeo utilizaremos una marcha corta y al salir, tendremos que hacerlo muy lentamente y pisar intermitentemente el pedal del freno para que se sequen lo antes posible y recuperen su eficacia.

Y nunca olvides que si dudas sobre si podrás superar un obstáculo o no, o si es mejor un camino que otro, lo mejor es que te bajes del vehículo para comprobarlo por ti mismo antes de continuar conduciendo. Además, no conviene hacer nunca una ruta campera en solitario, sobre todo si es una ruta larga: será mucho más divertido y seguro ir en grupo.

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