*Información para conductores.

Existen dos tipos de pinchazo: los que provocan una perdida muy lenta de aire, o los que hacen que el neumático se desinfle de forma casi inmediata. Si tu coche no cuenta con la ayuda de un sistema de control de presión de neumáticos, hay veces que no es fácil detectar que una rueda ha pinchado… hasta que llega el riesgo de sufrir una pérdida de control del vehículo, o incluso provocar el deterioro del neumático, que quedará inutilizable.

Si de repente notas que el tacto de la dirección se endurece, que el coche empieza a tirar hacia un lado, o ambas cosas, entonces es muy posible que una rueda esté perdiendo presión. Cuando la pérdida de aire del neumático es casi total, también notarás que aumenta el ruido, producto del mayor rozamiento con la carretera. ¿Qué tengo que hacer entonces?

Pues lo primero es agarrar el volante con firmeza, mantener la calma y tratar de reducir la velocidad de forma progresiva, nada de frenadas bruscas. Ayúdate con el freno motor, reduciendo de marchas. Mientras disminuyes la velocidad y buscas un lugar en el que parar de forma segura, conecta las luces de emergencia para avisar a otros conductores que circulen por detrás.

Es clave detenerse en un lugar con espacio sin invadir la calzada, y utilizar tanto los chalecos como los triángulos de emergencia para señalizar. Entonces tocará cambiar la rueda… o esperar al servicio de asistencia.

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